Cuando nos planteamos hacer deporte nunca nos paramos a pensar, supongo que es porque lo damos por hecho, si queremos hacerlo para toda la vida. Normalmente ningún deportista popular se plantea prácticar actividad física o algún deporte durante un período de tiempo determinado ya que su motivación es, normalmente, la salud y no el rendimiento.
Cuando Carlos decide correr e ir un par de días al gimnasio es para bajar esa fea barriga que le hace aguantar la respiración más a menudo de lo que querría y que el pesado de su médico deje de darle la paliza con los resultados de las analíticas. El sonríe, pero empieza a estar preocupado.
Vivimos en una sociedad muy hipócrita. Hace diez años no dejábamos de gritar a todo el mundo que debíamos practicar actividad física y llevar unos hábitos de vida más saludables. Ahora la gente se echa a la calle para montar en bici, correr; acude a los centros deportivos y piscinas. Cada vez conocemos más personas que hace ciclismo, running, btt, triatlón, trail, ultratrail, o todo a la vez. Ahora que conseguimos que la gente se animara, nos molesta o lo criticamos.
Los colegas de Carlos : "¿Habéis visto el Carlitos?, ahora se le dio por correr, ¡qué flipao!, toda la vida de randa y ahora runner. ¿A dónde irá con esa panza?, además no corre, camina rápido jajaja.
Lo anterior es un poco exagerado (o no), pero sí, es nuestro entorno cercano el que más influye animando o desanimando en el proceso de fidelización de la práctica deportiva . Si ya de por si es un gran esfuerzo decidirse y quitar tiempo de nuestras estresadas vidas, más difícil es enfrentarse a un entorno hostil que no entiende que hayas tomado una determinación que ellos no se atreven o, me atrevería a decir, la mayoría envidian.
El problema es que, como todo en esta sociedad competitiva en la que vivimos, más es mejor y en el deporte no iba a ser menos. Si corres treinta minutos a 5 el km tres veces por semana, siempre aparecerá alguien que te anime a hacer más tiempo, más rápido, series de velocidad, una carrera popular, etc...
Carlitos lleva dos meses corriendo y acudiendo al gimnasio puntualmente. Ha conseguido bajar de peso y lo que las dos primera semanas le costaba la vida hoy lo disfruta como uno de los mejores momentos del día. Está muy feliz, disfruta de lo que hace pero un día.....aparece el típico "amigo runner pro" que le dice, que lo que a Carlos le parece un logro es, perdonen la expresión, "una mierda": ¿No has hecho un 10 km? ¿A cuánto corres el kilómetro? ¿no haces series? ¿no te has apuntado ya a la media maratón de la ciudad equis?
La gestión de nuestra actividad física tiene que ser una decisión propia, es nuestro tiempo libre, nuestro valor más preciado. Debemos ser conscientes de nuestras posibilidades y mantener siempre una coherencia entre; tiempo disponible, capacidades físicas, experiencia deportiva, objetivos y prioridades.
Una persona que tiene dos horas a la semana para salir a practicar un poco de ejercicio no es conveniente que se plantee una competición por encima de sus posibilidades. Aunque hoy en día lo parezca, aunque entrenes, no es obligatorio competir, pero reconozco que es una motivación más para seguir practicando.
En función de mis capacidades y/o limitaciones plantearé mis sesiones de entrenamiento. La gente quiere batir marcas desplazándose de un punto a otro sin pararse y fijarse en como lo hace, sin tener en cuenta el daño que le está haciendo a su cuerpo si no respeta unas mínimas normas lógicas.
Por desgracia, la mayoría de las veces necesitamos muchos años de experiencia para llegar a conseguir la destreza y capacidad necesaria para afrontar grandes retos (maratón, ultra, ironman, etc.) pero existe una falta de respeto a este tipo de pruebas. La mayoría de estas personas han pasado de los 30 y aceleran fases de entrenamiento, que deberían durar meses, dedicándoles unas pocas semanas. No respetan los descansos, no respetan la alimentación y siempre tienen prisa por llegar al bloque siguiente o empezar con entrenamientos más intensos, esos entrenamientos que prometen una mejora en la velocidad, las series.... pero esto da para otro post.
Cuando Carlos decide correr e ir un par de días al gimnasio es para bajar esa fea barriga que le hace aguantar la respiración más a menudo de lo que querría y que el pesado de su médico deje de darle la paliza con los resultados de las analíticas. El sonríe, pero empieza a estar preocupado.
Vivimos en una sociedad muy hipócrita. Hace diez años no dejábamos de gritar a todo el mundo que debíamos practicar actividad física y llevar unos hábitos de vida más saludables. Ahora la gente se echa a la calle para montar en bici, correr; acude a los centros deportivos y piscinas. Cada vez conocemos más personas que hace ciclismo, running, btt, triatlón, trail, ultratrail, o todo a la vez. Ahora que conseguimos que la gente se animara, nos molesta o lo criticamos.
Los colegas de Carlos : "¿Habéis visto el Carlitos?, ahora se le dio por correr, ¡qué flipao!, toda la vida de randa y ahora runner. ¿A dónde irá con esa panza?, además no corre, camina rápido jajaja.
Lo anterior es un poco exagerado (o no), pero sí, es nuestro entorno cercano el que más influye animando o desanimando en el proceso de fidelización de la práctica deportiva . Si ya de por si es un gran esfuerzo decidirse y quitar tiempo de nuestras estresadas vidas, más difícil es enfrentarse a un entorno hostil que no entiende que hayas tomado una determinación que ellos no se atreven o, me atrevería a decir, la mayoría envidian.
El problema es que, como todo en esta sociedad competitiva en la que vivimos, más es mejor y en el deporte no iba a ser menos. Si corres treinta minutos a 5 el km tres veces por semana, siempre aparecerá alguien que te anime a hacer más tiempo, más rápido, series de velocidad, una carrera popular, etc...
Carlitos lleva dos meses corriendo y acudiendo al gimnasio puntualmente. Ha conseguido bajar de peso y lo que las dos primera semanas le costaba la vida hoy lo disfruta como uno de los mejores momentos del día. Está muy feliz, disfruta de lo que hace pero un día.....aparece el típico "amigo runner pro" que le dice, que lo que a Carlos le parece un logro es, perdonen la expresión, "una mierda": ¿No has hecho un 10 km? ¿A cuánto corres el kilómetro? ¿no haces series? ¿no te has apuntado ya a la media maratón de la ciudad equis?
La gestión de nuestra actividad física tiene que ser una decisión propia, es nuestro tiempo libre, nuestro valor más preciado. Debemos ser conscientes de nuestras posibilidades y mantener siempre una coherencia entre; tiempo disponible, capacidades físicas, experiencia deportiva, objetivos y prioridades.
Una persona que tiene dos horas a la semana para salir a practicar un poco de ejercicio no es conveniente que se plantee una competición por encima de sus posibilidades. Aunque hoy en día lo parezca, aunque entrenes, no es obligatorio competir, pero reconozco que es una motivación más para seguir practicando.
En función de mis capacidades y/o limitaciones plantearé mis sesiones de entrenamiento. La gente quiere batir marcas desplazándose de un punto a otro sin pararse y fijarse en como lo hace, sin tener en cuenta el daño que le está haciendo a su cuerpo si no respeta unas mínimas normas lógicas.
Por desgracia, la mayoría de las veces necesitamos muchos años de experiencia para llegar a conseguir la destreza y capacidad necesaria para afrontar grandes retos (maratón, ultra, ironman, etc.) pero existe una falta de respeto a este tipo de pruebas. La mayoría de estas personas han pasado de los 30 y aceleran fases de entrenamiento, que deberían durar meses, dedicándoles unas pocas semanas. No respetan los descansos, no respetan la alimentación y siempre tienen prisa por llegar al bloque siguiente o empezar con entrenamientos más intensos, esos entrenamientos que prometen una mejora en la velocidad, las series.... pero esto da para otro post.
Alguna vez no hemos preguntado ¿Hago esta animalada por mí, o porque estoy preparado para hacerlo y sé que voy a disfrutarlo? o, ¿ lo hago porque es lo que toca o porque lo hace todo el mundo y quiero demostrar a los demás que soy capaz de lograrlo?.
Por último, deberíamos mantener nuestras prioridades. Estas prioridades se podrían resumir en; sociales (familia,amigos,etc.), laborales y deportivas. Tiene que haber una coherencia entre nuestra vida social, nuestro trabajo y nuestra actividad deportiva;no es lo mismo estar todo el día sentad@ en una oficina que descargar pales. Es muy importante el apoyo familiar y el acuerdo del tiempo que cada miembro dedica a la practica de actividad física; porque un conflicto en este seno originaría un gran desequilibrio en los otros dos aspectos (laboral y deportivo).
Al final Carlitos que sólo había empezado a correr porque quería bajar la barriga acaba uniéndose a un grupo de gente que entierra su vida debajo de las carreras. Todo es hablar de ritmos, pruebas, entrenamientos, marcas en diferentes distancias, etc. Casi sin querer, tres meses después de haber empezado a correr, Carlos está preparando su primer maratón porque alguien le ha dicho que es capaz de terminarlo (pero... ¿a costa de qué?). Ir a entrenar le supone variar su rutina y para cumplir su "obligado" objetivo abandona el gimnasio ya que esos días también va a dedicárselos a la carrera, total con un par de sentadillas de vez en cuando es suficiente le dicen. Acabar esa maratón comienza a convertirse en una obsesión que le origina un estrés añadido a su vida y la posibilidad de no conseguirlo es lo único que le hace acudir a los entrenamientos. Al final, correr, ya no es el mejor momento del día. Correr se ha convertido en cumplir las expectativas que los demás tienen de el. Vagamente recuerda las agradable sensaciones que tenía cuando llegaba a casa después de 30´ de trote cochinero. Carlos cruza la meta del maratón después de 4:40´corriendo y caminando, allí le está esperando su "amigo pro runner" que le da un abrazo y le dice: "Ahora a bajar ese tiempo"
Tengas la razón que tengas para hacer deporte, disfruta de lo que haces y que ese sea el motor de tu progresión, el deporte te hará feliz, pero por si sólo no es suficiente para llenar una vida.
Por último, deberíamos mantener nuestras prioridades. Estas prioridades se podrían resumir en; sociales (familia,amigos,etc.), laborales y deportivas. Tiene que haber una coherencia entre nuestra vida social, nuestro trabajo y nuestra actividad deportiva;no es lo mismo estar todo el día sentad@ en una oficina que descargar pales. Es muy importante el apoyo familiar y el acuerdo del tiempo que cada miembro dedica a la practica de actividad física; porque un conflicto en este seno originaría un gran desequilibrio en los otros dos aspectos (laboral y deportivo).
Al final Carlitos que sólo había empezado a correr porque quería bajar la barriga acaba uniéndose a un grupo de gente que entierra su vida debajo de las carreras. Todo es hablar de ritmos, pruebas, entrenamientos, marcas en diferentes distancias, etc. Casi sin querer, tres meses después de haber empezado a correr, Carlos está preparando su primer maratón porque alguien le ha dicho que es capaz de terminarlo (pero... ¿a costa de qué?). Ir a entrenar le supone variar su rutina y para cumplir su "obligado" objetivo abandona el gimnasio ya que esos días también va a dedicárselos a la carrera, total con un par de sentadillas de vez en cuando es suficiente le dicen. Acabar esa maratón comienza a convertirse en una obsesión que le origina un estrés añadido a su vida y la posibilidad de no conseguirlo es lo único que le hace acudir a los entrenamientos. Al final, correr, ya no es el mejor momento del día. Correr se ha convertido en cumplir las expectativas que los demás tienen de el. Vagamente recuerda las agradable sensaciones que tenía cuando llegaba a casa después de 30´ de trote cochinero. Carlos cruza la meta del maratón después de 4:40´corriendo y caminando, allí le está esperando su "amigo pro runner" que le da un abrazo y le dice: "Ahora a bajar ese tiempo"
Tengas la razón que tengas para hacer deporte, disfruta de lo que haces y que ese sea el motor de tu progresión, el deporte te hará feliz, pero por si sólo no es suficiente para llenar una vida.
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