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DOS + DOS NO SIEMPRE SON CUATRO

   Estos últimos meses he asistido tanto de entrenador como de participante a unas cuantas pruebas deportivas, en ellas confluyen una serie de emociones que empiezan antes de la salida y terminan en un recuerdo de ese día. En función de lo vivido, es una historia que no te cansas de narrar o, una mala experiencia que necesitas mejorar u olvidar. En mi caso han sido eventos de ciclismo de montaña y carretera, pero mi opinión se hace extensible a casi todos los deportes.
   Todo empieza por un@ deportista que se establece una meta, "la calidad de nuestras expectativas establece la calidad de nuestras acciones" (André Godin).




 No hay más realidad ni momento más importante que éste. Este objetivo debe ser sobre todo real (puedo hacerlo), inamovible (no lo cambio cada mes porque, de repente me apetece más otra cosa) y prioritario (comprometerme en un grado acorde al trabajo que necesite para conseguirlo).
   "Pablo decide participar en el Open Gallego de Xco (bicicleta de montaña). Habla con su entrenador de este tema y deciden orientar la programación a este objetivo con la pretensión de coger experiencia en esta modalidad aprendiendo prueba a prueba para así, conseguir ir mejorando".
   Dejando claro que la mayoría de los deportistas que participan en las ligas (open, divisiones, etc.) autonómicas no son profesionales; el entrenamiento sufre su primer condicionamiento, el trabajo. Si a esto le sumamos obligaciones familiares, sociales,... aparece el segundo,el tiempo disponible. De la conjugación de estas dos sale el tercero, el descanso necesario para recuperarse de los entrenamientos.
   "Pablo trabaja en un restaurante y dispone de lunes a viernes para entrenar, el fin de semana es cuando más trabajo tiene. El tiempo  entre los turnos de comidas y cenas aprovecha para disfrutar de su familia. Así que madruga para entrenar un par de horas, ducharse comer algo e irse para el curro, sale con el tiempo justo de disfrutar un poco con su hija antes de cenar y así de lunes a viernes “
   El inicio de un programa de entrenamiento siempre es algo que está “guay”; la batería de motivación al 100%, entrenos fáciles de cumplir, ilusión por hacer las cosas tal cómo están programadas. Normalmente tenemos nuestros días planeados al dedillo y en nuestra imaginación nos da tiempo a todo, algun@s hasta para una siesta 😝. 



   “Pablo tiene marcado en rojo cada entreno en su agenda; la hora, el tiempo que le llevará hacerlo, necesita organizarse al máximo para poder cumplir con su objetivo. Incluso llama a su entrenador porque el entreno le parece poco 🤦🏻‍♂️”
   Pero semana a semana el cuerpo, como es lógico y recomendable, empieza a acumular cansancio, los días de entrenamiento no siempre son como imaginamos (cielo azul, carreteras infinitas y 20 grados) . No salimos siempre puntuales del trabajo y a veces hay que priorizar la VIDA REAL, esa vida que nos permite disfrutar de nuestras aficiones, el Instagram probablemente deberá quedarse sin foto esos días. Tenemos que tranquilizarnos y saber que, en ocasiones, para un deportista amateur, el mejor beneficio que se obtiene de un entrenamiento es el psicológico. El estado de ánimo que conseguimos con esa actividad es capaz de modificar nuestro entorno. Si nos empeñamos en hacer un entrenamiento a toda costa y sacrificamos lo que no deberíamos sacrificar, vamos a acumular más estrés y es este estado el que va a condicionar tu rendimiento, más que haber conseguido esos 10’ a la intensidad que te pide el míster.



   “A Pablo empieza a costarle hacer algún entrenamiento a la semana, se da cuenta que su objetivo requiere de sacrifico, aquel que puso encima de la mesa el día que se marcó una meta y empieza a dejar de hacer cosas que le hacían feliz fuera de la bici, como tomar una caña los viernes antes de entrar en el turno de noche, en lugar de eso hace una sesión de gimnasio”



 Hay muchas cosas que influyen en tu rendimiento que no son el entrenamiento. La alimentación y el descanso son los grandes olvidados por los deportistas amateurs ¿por qué? Quizá porque los profesionales no tienen que preocuparse por esto, tienen especialistas que la dan todo hecho. Muy pocos amateurs tienen un fisioterapeuta esperando al acabar la prueba, ni una persona que les prepare el batido de proteínas.Tampoco tienen tiempo para hacer un entrenamiento regenerativo post competición y en la mayoría de los casos no podrán dormir ocho horas diarias.
   Cuando terminamos un entrenamiento en función de la caña que le hayamos metido, necesitamos un tiempo de recuperación que nos permita estar preparados para el siguiente entreno. En deportistas amateur este tiempo tiene un multiplicador (trabajo, horas de sueño, alimentación, etc). Error común es darse palizas sin estar recuperado de las anteriores; el entreno es un veneno para tu cuerpo, tienes que darle tiempo a éste para que cree el antídoto (resistencia al esfuerzo) y así hacerse lo más inmune posible a la intensidad que necesitas es tus pruebas.
   “Pablo comienza a coger la forma y quiere exprimirse en cada entrenamiento. Los días que su entrenador le pone suave, aprovecha para testarse en algún repecho y, los días que tiene descanso, ayuda a los de su club a limpiar el monte para el trail del pueblo”

   Otra cuestión importante y que me pregunto muchas veces, es por qué se le da tanta importancia al peso del material; bici, etc., gastando mucho dinero en ello. En cambio con nuestro peso y composición corporal somos menos exigentes. Nos cuesta invertir en que nos enseñen a llevar una alimentación saludable acorde a nuestra actividad. Siempre digo lo mismo; un coche diésel anda con gasóleo industrial, pero probablemente si es tu coche no se lo echarías porque ensuciaría el motor y además no te da la misma potencia . ¿Por qué sí haces eso con tu alimentación y no comes productos sanos y de calidad?



   “Pablo se premia con pizza 🍕, postres 🍨 o comilonas después de cada entreno o competición y lo justifica con el gasto calórico que tuvo en la prueba 🤷🏻‍♂️. Se paró a pensar que si su bici pesa menos subirá mejor, pero no que, si el pesa menos ayudará a su bici en la subida”
   En conclusión, NO PUEDES ENTRENAR COMO UN PROFESIONAL SI TIENES QUE VIVIR COMO UN AMATEUR. Tened en cuenta que la mayoría de los estudios de rendimiento que se han hecho, se ha utilizado como población de estudio, deportistas profesionales, jóvenes, algunas veces estudiantes de ciencias de la actividad física y del deporte....pero en muy pocos se ha tenido en cuenta la carga que supone el trabajo (y tipo de trabajo, no es lo mismo un oficinista que un jardinero), la familia y las obligaciones sociales. El mejor consejo que os puedo dar es que el entrenamiento que programa tu entrenador sea una guía a la que te adaptes lo mejor posible; que aumentes la cantidad de información (feedback) de tus sensaciones y situaciones diarias con el; que no te flipes y seas realista (llegaran mejores resultados entrenando lo que realmente puedes entrenar que entrenando como el campeón del mundo de la modalidad); que priorices tu vida social y profesional para poder equilibrar al más alto nivel tu rendimiento y tu satisfacción con lo que haces. Equilibra los tres aspectos y conseguirás el mejor rendimiento. 
“Pablo consigue su objetivo, acaba todas las pruebas y consigue mejorar aspectos en cada una. Ah!! Pero resulta que Pablo por el camino se ha olvidado del objetivo de partida y éste fue creciendo a medida que pasaban las semanas. Pablo se desmotiva”



Existen varias combinaciones fuera de este equilibrio: 
   1. El súper motivado que no entrena lo suficiente. Acaba las pruebas exhausto, si no lo doblan. Siempre quita algún aspecto positivo, pero mientras no mejore su entrenamiento no conseguirá mejorar su rendimiento (si fuera eso lo que desease).
2. El mega entrenado desmotivado. Antes de salir pone mil excusas, ve rivales hasta en los árboles y muchas veces sus espectativas no son realistas. Sus entrenamientos tienen mejores datos que sus competiciones.
3. El ganador acosado. Este es un espécimen extraño pero haberlo “hailo”. Siempre presionado por la necesidad de ganar y ser el favorito. Normalmente gana, pero aún así no disfruta de su victoria, enseguida tiene la cabeza en la próxima prueba y vuelve la presión.
4. El sobrentrenado. Físicamente suelen ser casi como los profesionales. Entrenan muchas horas y sacrifican muchas cosas por el mejor rendimiento. Sólo comenten un error, también sacrifican el descanso y esto hace que su rendimiento sea como una montaña rusa.
   Seguramente todos conozcáis a alguno de estos cuatro o que incluso podáis añadir algún tipo más pero esto daría para otra entrada 😝
   

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